Así, en consecuencia, llamar a un
grupo, o persona “secta” o “sectario” conlleva una carga de descortesía.
Resulta interesante que el vocablo “secta”
o “sectario” siempre es usado para designar a “otro”, nunca a nosotros mismos.
Sin duda, etiquetar a un grupo, o
persona como “secta” o “sectario” implica el menoscabo del grupo, o persona.
Según la Real Academia de la Lengua
Española, Secta es una doctrina religiosa que se aparta de lo que se considera
ortodoxo.
Ortodoxo es lo que es conforme con la doctrina oficial de una religión
(eso, por supuesto, en lo que se refiere
al asunto religioso).
Religión es el conjunto de creencias
o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia
ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas
rituales, principalmente la oración y el sacrificio para rendirle culto.
La palabra “religión” viene del
latín “religare” que significa “ligarse nuevamente”. La religión es el instrumento
“humano” (no divino) para que supuestamente el hombre se vuelva a Dios.
Según The Free Dictionary (El
Diccionario Libre)
Secta es una doctrina religiosa que
se aparta de la ortodoxa o dominante. Es la comunidad ideológica, generalmente religiosa
o política, que se disgrega de otra mayor en la que estaba integrada.
Según el Gran Diccionario de la
Lengua Española 2016 Larousse Editorial, S.L.
Secta es el conjunto de personas que
profesan una doctrina filosófica, política, Etc., que disiente de otra
generalmente aceptada.
Etimológicamente la palabra secta parece
que tiene su origen, bien en la raíz latina “sequor” que significa “seguir”,
“marchar detrás de”, “tomar por guía”, seguir a un maestro particular, como en
"sector" (cortar, separar de un tronco principal), o tal vez en un
sentido más preciso “seguir la inspiración o los preceptos de”; bien en la raíz
“secedo” (apartarse, alejarse); bien en la declinación “seco secui sectum” que
significa cortar, seccionar, partir, amputar, mutilar, etc.
En cualquiera de los casos está
presente la idea de separación.
La secta opta por un camino nuevo,
sigue una inspiración, corre tras un líder y unas directrices capaces de llevar
en pos de si los mejores y más selectos espíritus.
Por su parte Oscar A. Gerometta en
"Aproximaciones… al fenómeno de las Sectas" las define como "Grupo
humano que se ha separado de otro preexistente priorizando una afirmación
parcial por encima de la verdad, al seguir a un maestro particular o su
doctrina; y que, por tanto, se inhabilita a sí mismo para la comunión."
Dándole el sentido correcto al
término "secta", podemos designar muchos de los grupos de los que
hablamos, sin que conlleve un tinte despectivo. Si nos remontamos al siglo I,
vemos como los escritores romanos se referían a los cristianos como una secta
judía: cristiano era aquel que se había separado del tronco histórico del
judaísmo, adorando al Dios de Abraham, Isaac y Jacob según las enseñanzas de
Jesucristo. También se consideraban a los fariseos, los saduceos y los esenios
como sectas.
Cuando los escritores de la Biblia
se dirigían a sus compañeros de creencia o se referían a los seguidores de
Cristo, empleaban expresiones como:
“creyentes en el Señor”, “hermanos” y
“discípulos” (Hechos 5:14; 6:3; ¡5:10),
“escogidos” y “fieles” (Colosenses
3:12; 1ra a Tito 4:12),
“esclavos de Dios” y “esclavos de
Cristo Jesús” (Romanos 6:22; Filipense 1:1),
“santos”, “congregación de Dios” y
‘los que invocan al Señor’ (Hechos 9:13; 20:28; 1ra a Corintios 1:2; 2da. a
Tito 2:22).
Estos términos de significado
doctrinal fueron sobre todo de uso interno.
Los de afuera llamaban al
cristianismo el “Camino” (Hechos 9:2; 19:9-23; 22:4), y los opositores, “la
secta de los nazarenos” o solo “esta secta”. (Hechos 24:5; 28:22)
El primer lugar donde se llamó
cristianos a los seguidores de Cristo fue Antioquía de Siria (Hechos 11:26).
Es poco probable que fuesen los
judíos quienes llamasen a los seguidores de Jesús “cristianos” (griego) o
“mesianistas” (hebreo), pues eso habría implicado un reconocimiento tácito de
que Jesús era el Mesías o Cristo después de haberlo rechazado como tal.
Es un hecho histórico que el apodo
“cristiano” fue adjudicado a los seguidores de Jesús bar José en son de burla o
por escarnio, de parte de aquellos a quienes los “cristianos” llamaban paganos.
De igual manera podemos citar como
prueba que el Islam deriva del judaísmo y el cristianismo:
1.- El hecho de que el mismo acepta
una tradición espiritual identificada con el patriarca judío Abraham (lo mismo
sucede con el bahaísmo, los samaritanos, los mandeos y los drusos).
2.- Allah (hispanizado como Alá) significa
Dios y su etimología es la misma de la palabra semítica “Él”, con la que
se nombra a Dios en La Biblia.
3.- El libro sagrado del islam es el
Corán, que según los musulmanes fue dictado por Alá a Mahoma a través de Yibril
(el arcángel Gabriel) quien es mencionado en La Biblia en los libros: Daniel
8:16; Daniel 9:21; Lucas 1:19; Lucas 1:26; 1ra. a Tesalonicenses 4:16; Judas
1:9
4.- Acepta como profetas a Adán,
Noé, Abraham, Moisés, Salomón y Jesús, además acepta como libros sagrados la
Torá, los Libros de Salomón, y los Evangelios.
Es oportuno recordar que el islam se
inició con la predicación de Mahoma en el año 622, después de cristo, en
La Meca (en la actual Arabia Saudita)
Han aparecido con la llamada “New
Age” nuevas expresiones de religiosidad las cuales están siendo llamadas, de
manera eufemística, por sociólogos y teólogos, como: “Nuevos Movimientos
Religiosos”.
Es, desde todo punto de vista,
incontestable que en un cúmulo considerable de estos “Nuevos Movimientos Religiosos” prevalecen
elementos sociológicos, políticos, parasicológicos y filosóficos sobre la
cuestión religiosa.
Por otra parte, existen asociaciones
o congregaciones sincretistas, como los santeros, cuya taxonomía sería
enormemente complicada.
Algunas definiciones de secta:
«Las sectas son agrupaciones de
carácter voluntario, con un fuerte sentido de identidad, que exigen de sus
miembros un sometimiento pleno y consciente que, si no llega a eliminar todos
los demás compromisos, debe, al menos, situarse por encima de ellos, ya se
refieran al Estado, a la tribu, a la clase o al grupo familiar.
Se consideran a sí mismas como una
élite, como un grupo aparte, arrogándose, si no ya siempre una salvación
absolutamente exclusiva, al menos los mayores bienes Muestran, además, cierta
inclinación al exclusivismo. El hecho de pertenecer a una secta determinada
supone, pues, un distanciamiento, y tal vez una hostilidad, frente a las otras
sectas y grupos religiosos Poseen un sentido de su propia integridad,
integridad que puede verse amenazada por los miembros despreocupados o
insuficientemente comprometidos, por ello expulsan a quienes se muestran
indignos de ellas.
El autocontrol, la conciencia y la
rectitud son importantes características del sectarismo Recurren a algún
principio de autoridad distinto del que es inherente a la tradición ortodoxa.
La autoridad defendida por una secta
puede ser la suprema revelación de un líder carismático, puede consistir en una
reinterpretación de los escritos sagrados, o bien puede ser la idea de que los
verdaderos fieles obtendrán una revelación por sí mismos » (Bryan Wilson,
Sociología de las sectas religiosas, Guadarrama, Madrid 1970,26 27)
«Una secta, en un sentido más
global, no es más que un grupo de personas aglutinadas por el hecho de seguir
una determinada doctrina y/o líder y que, con frecuencia, se han escindido
previamente de algún grupo doctrinal mayor respecto del cual, generalmente, se
muestran críticos. Según esta definición, una secta es un tipo de agrupación
tan honorable y defendible como cualquier otro» (P Rodríguez, El poder de las
sectas, Ed B Barcelona 1989)
Para el pueblo de Israel, el
naciente cristianismo presentaba todas las características de una secta judía
más. Para la Iglesia indivisa, los grupos de cristianos que rechazaban los
grandes concilios de Nicea o Calcedonia aparecen como herejes y cismáticos.
La Iglesia católica, en su tiempo,
rechaza como sectarias las comunidades de Lutero.
A su vez, las Iglesias luteranas y
calvinistas acusan de sectarismo a los anabaptistas y menonitas.
Para la Iglesia de Inglaterra, los
congregacionalistas, los cuáqueros, los metodistas de Wesley, fueron sectas en
el sentido auténtico de la palabra.
Grandes Iglesias de hoy —algunas de
ellas tenidas en otro tiempo como verdaderas sectas, bautistas y metodistas,
por ejemplo- consideran como sectas a los corpúsculos que añoran con cierta
frecuencia en el mundo cristiano.
“¿Serán éstos, mañana, Iglesia? Sólo
podría contestarse afirmativamente si toda la cuestión residiera, como se ha
sugerido con frecuencia, en el número de miembros. Como si el problema fuera de
cantidad» (Juan Bosch, Las mil y una sectas, PPC, Madrid 1973)
Freddy del Moral P.
M.º.M.º. P.º.M.º.
Hijo de la Resp.º.
Log.º. Sol de Aragua Nº 96 O.º. de Maracay Edo. Aragua - Venezuela.
Ex V.º.M.º. de la
Resp.º. Log.º. Guacara Nº 190 O.º. de Guacara Edo. Carabobo – Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario